El silencio con el tiempo se vuelve ausencia. La ausencia deshace el tiempo, lo vuelve olvido. Y el olvido es el lenguaje de los que ya no creemos en nada.
Yo
guardo tus miradas, tus fotos, tus palabras, tus gestos, tus ojos,
mis sueños contigo, tus regaños y tu amor. Guardo todo de ti,
aunque no me hables ni me mires más.
Aunque
nunca llegue a verte y tú a quererme de nuevo, yo seguiré guardando
todas las bellas tús que me diste cada día durante tanto tiempo. Te llevo irremediable en cada latido de mi corazón. Tú eres para toda mi vida.