viernes, 18 de marzo de 2016

Amor de verano

Fue en el verano
de mis quince años.
Al salir del mar la vi pasar.
Desde ese día le quise hablar,
la adoraba en silencio,
la sentía correr por mis venas,
la imaginaba siempre,
la soñaba cada noche
y esperaba su regreso en la tarde
mientras me fumaba
cada esperanza que tuviera,
la imaginaba caminando conmigo
tomados de la mano.
Y un día, cuando ya los días
eran más cortos
y la playa donde viví
este amor imposible
se quedaba casi sin visitantes,
mientras yo comía 
el último helado de fresa
de ese largo y cálido verano
me habló
sin saber que ya la amaba.

Espera ilusionada


Estoy muriendo
de esperarla ilusionado
como un niño
que aguarda impaciente
frente a un teatro
a que comience la película
de la vida
que ya no es de él. 

Alguien te mira

Alguien
que nunca has visto
te mira
y con esa mirada
-hermana de la felicidad-,
te roba el corazón;
y tú
indefenso al amor
sólo puedes refugiarte
cada noche
en las palabras
que no sabes el porqué,
cuando piensas en ella,
se vuelven poesía.

Las palabras que somos

Nos inventamos
con las palabras que pronunciamos.
Día a día
somos a punta de palabras
y con ellas
hacemos nuestra vida.
Vivimos
hechizados por las palabras
con las que nos soñamos.
Y ebrios de palabras
nos enamoramos. 

martes, 8 de marzo de 2016

El sueño de un poeta


Si fueras
más que el sueño
de un poeta
que quiere que existas,
la tristeza no habitaría
los lugares más perdidos
de mi soledad.
Si fueras
más que un sueño,
yo no sería
esa soledad
que sueña con crearte,
con que seas el amor
con el que regrese a la vida.
Si fueras
más que un sueño,
tendría miedo
de despertarme en otro sueño
y que no estuvieras tú.

viernes, 4 de marzo de 2016

Sin ti


Sin ti
¿Para qué tanta poesía?
¿Para qué tanto amor?
¿Para qué yo?

Conmigo vive un hombre


Conmigo vive un hombre
que ha dejado atrás muchas primaveras
y que fue amado
por una mujer que pobló de sueños
su corazón.
Un hombre,
que aún en los días felices
algo en él sigue triste,
porque ella partió
y le dejó la mirada, la risa
y los besos esparcidos
por todas las habitaciones
de su vida.
Conmigo vive un hombre
que sigue desandando días
y sueños a la espera
de ese amor que nunca volverá,
un hombre que al mirarse en el espejo
me ve
porque compartimos la tristeza.