Yo
corrí entre los pastizales
de
los lejanos montes,
oí
a los grillos
cantarle
a la noche
ebríos
de amor,
nadé
en las quebradas
que
bajan hacía el río,
me trepé a los árboles
para mirar el horizonte,
me recosté desnudo
en la hierba
en la hierba
mientras
el verano
me
cubría de pecas;
crucé muchos imposibles
para
que
un
día me conocieras,
para
amarte
el
resto de nuestras vidas.
Escribí
cada uno de mis poemas
para
que
te
enamoraras de mí.
Yo vivía en tus sueños
pero un día me desperté
en una calle oscura
de una extraña ciudad de asfalto:
no me amabas más.
de una extraña ciudad de asfalto:
no me amabas más.
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