La
casa está vacía,
hay
soledades en cada rincón,
en
las paredes
hay
silencios y olvidos,
la
luz se ha detenido en otros días.
Huele
a ayer,
a
moho, a tristeza vieja,
a
abandono precipitado.
No
quedan palabras ni soles en ella.
No
hay un lugar
donde
sentarse a soñar,
se
ha llenado de la nada,
de
su ausencia.
La
casa está vacía
y
yo no me atrevo
a
regresar a ella,
porque
no tengo el valor
de
encontrarme con su fantasma
y
descubrir
que
nunca existimos.
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