Los
vientos son cuatro
en
esta lejanía,
en estas montañas
de soledad
escondidas por el agua,
en estas montañas
de soledad
escondidas por el agua,
pero sé que después
de la perenne lluvia
sigue la luz del sol,
que
algún día
estaremos juntos
mirando
en los ojos del otro
como
la vida se llena de verdes,
de
hojas tiritando de dicha.
Aquí,
tan cerca de las nubes,
tú
y yo un día
seremos
un solo
amor
que se esparce
por
los cuatro vientos;
un
día seremos, al fin,
un sueño en el sueño del otro.
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