Todo
en ti
me
ata a la vida.
Aun
en el silencio
de
tus ojos hay canto.
Cada
gesto tuyo
me
habla, me abre a ti.
Lo
que miras
se
hace bello.
Si
tu mano me roza
florecen
poemas.
Eres, después
de
tantos inviernos,
el
único lugar del mundo
donde
estoy a salvo de la tristeza.
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